Mendicidad
El tema de la mendicidad es algo delicado, siempre ver a personas sin hogar toca el corazón, quisiéramos que no exista, pero creo que es algo muy difícil, por no decir imposible de erradicar. Lo que cabe es preguntarse que hacemos para ayudar… a mi y a muchos; no nos falta voluntad, pero por múltiples razones, entre ellas; seguramente la principal: el tiempo… nuestra ayuda es poca.
Todos los días por la mañana, paso con mi vehículo por donde una persona sin hogar ha hecho de una esquina, su lugar para vivir. Por lo que he visto, creo que tiene algún trastorno mental; puesto que, siempre veo que tiene una gran cantidad de botellas plásticas vacías y tarros de todas las formas posibles. Me imagino, que vive por la generosidad de personas que a diario le regalan un plato de comida.
Me he comprometido a mi mismo, un día de estos, acercarme a el y regalarle un par de camisetas, aunque sea de aquellas que ya no uso y que están en buen estado, espero que las acepte y que bueno sería verlo utilizarlas.
Tengo recuerdos de cuando era pequeño, mi hermano Alan y yo; acompañábamos a mi tío Vicente al hogar de ancianos una vez al mes, a hacer entrega de caramelos y a visitarlos; que creo era lo que más les gustaba… más que los dulces, era la presencia de gente que se acuerde de ellos. Nunca podré olvidar que algunas ocasiones, cuando íbamos donde algún ancianit@ conocid@, las señoras que trabajaban ahí, nos comunicaban que había fallecido…
Si en algún momento, podemos ayudar a algún indigente o hacer una visita a un hogar de ancianos o a un hospital; sería un pequeño incentivo para el alma, no solo para los que la reciben sino para nosotros mismos.
BVF
Comentarios