Correos y Aduana

El día martes me vi en la obligación de ir a retirar una encomienda que me llegaba de EEUU. Lo que recibía eran un par de zapatos especiales para levantamiento de potencia, específicamente para SQUAT. Estos zapatos son muy parecidos a los de wrestling o lucha y la particularidad es que tienen muy poca suela y la que tienen es de un caucho muy fino lo que permite que se adhiera a la superficie y no se deslice. En todo caso el tema, acerca del cual quiero escribir es el viacrucis que todavía es, el ir a retirar un paquete al correo y luego que la aduana lo revise previa la entrega.

El primer paso, luego de la recepción del aviso de llegada que le envían al domicilio, es ir a la oficina del centro de la ciudad, donde no existen parqueos, por suerte cuento con la posibilidad de dejar mi vehículo en el Parqueo del Banco del Pacifico y luego caminar unas cuadras hasta llegar al edificio de Correos. El paso es pagar $1.00 por la gestión del correo en esta ventanilla…

Esta señorita atiende desde hace algún tiempo, diría años y nunca saluda cuando atiende, ni gracias, ni nada, me imagino que es por calor que reina en esta dependencia pese a que ellos tienen un ventilador dentro. “Espere que lo llamen”, fueron sus palabras luego de haber cancelado el valor, ahh eso si, con suelto a la mano porque ellos no tienen cambio.

Pese a que existe un aparato para controlar la llamada a los clientes por numero asignado, este no se usa… será que quieren ahorrar energía eléctrica?

Mientras esperaba, siquiera unos 20 o 25 minutos mientras me llamaban, pude ver unas máquinas viejas que han puesto en exhibición a manera de “museo” en un área donde no dejan leer los letreros que informan a los usuarios los impuestos que deben cancelar por sus paquetes recibidos.

Esta balanza no deja leer lo que dice el aviso que se encuentra detrás.

El “museo” del correo

Pese a que había muy poca gente el tramite es muy engorroso.

Cuando pronunciaron mi nombre, un empleado me mostro mi pequeño paquete que pesaba 0.5 Kg. luego me dijo que tenia que pasar a aduana (aunque ya conocía el procedimiento). Un policía aduanero, que hablaba por su celular, me dejó en espera hasta que terminó y me preguntó: ¿Qué le envían? le dije lo que había y me dijo que tenia que abrirlo para verificar, lo abrió y luego me pasó con un empleado aduanero, este; llenó un formulario con datos de la encomienda y luego me hizo firmarlo. Vale decir que si bien es cierto, algunos empleados aquí trabajan bien, otros se la pasan hablando por celular o enviando mensajes de texto a través de este medio. Pude captar una gráfica de una empleada haciéndolo:

Esa señorita, no atendió a nadie y mensajeaba y hablaba por celular seguramente con su novio…

Luego, pasé donde otra funcionaria que me imprimió 4 copias de un documento que después debía presentar en la ventanilla del banco para cancelar el impuesto por desaduanización.

Les debo decir que desde hace algún tiempo existe una ley que para paquetes cuyo valor sea de menos de $400 o menos de 4 kg. el impuesto es mínimo. Yo pagué $0.25 centavos de dólar, ahora existe una ventanilla del Banco de Guayaquil ahí, ahhh pero la típica, por cancelar en esa ventanilla, el banco cobra $0.70 por la transacción, sino uno puede ir a cualquier banco y cancelar sin ese cargo, no es que sea un valor alto pero imagínense cuantas transacciones existen? creo que es un buen valor el que este banco gana por tener su ventanilla ahí…

Después de cancelar eso, volver para retirar el paquete, esta vez donde otro señor que tiene que verificar otra vez todo. A la salida, antes de firmar el recibido vuelven a pesar el paquete y ahora si uno ya tiene su encomienda. Luego de 1 hora en una dependencia que no tiene aire acondicionado, peor ventilador y encima la mala cara de la gente que ahí trabaja.

Ojala, un día las cosas cambien y mejoren, no solo por nosotros sino por el turismo, esta es la cara que vieron un par de turistas que fueron a retirar alguna encomienda, seguramente querrán utilizar algún correo paralelo privado, pagando un poco más pero evitando una hora de pesares.

BVF